lunes, 9 de septiembre de 2019

Mi Computadora no Arranca

1. Comprueba la fuente de carga

Portátiles
Este es uno de los problemas más comunes en ordenadores portátiles. Hay varias cosas que pueden estar haciéndose mal al respecto: desde el uso de una fuente de alimentación incorrecta (con el voltaje incorrecto), hasta un fusible fundido en el enchufe.
Puede también que tu suministro de energía simplemente haya fallado o que la batería no funcione. Verifica que el cargador sea el adecuado para tu ordenador portátil, especialmente que sean del mismo fabricante.
Revisa también el fusible en el enchufe. Utiliza un destornillador para quitar el fusible e instala uno nuevo, pero antes prueba a enchufar el cargador a otro enchufe.
Verifica que el problema no es del cable, ya que a veces los cargadores se dañan. Los puntos débiles del cable se encuentran en los extremos conectados al ladrillo central, y la parte que se conecta al ordenador.
Ordenadores de escritorio
A veces, las fuentes de carga también pueden ser un problema en los ordenadores de sobremesa. https://youtu.be/-BCZPcOLnGQ
Merece la pena comprobar el fusible en el enchufe y cambiarlo en caso de que esté dañado para poder volver a conectar el ordenador.
Dentro de la torre hay también un fusible cuyo estado podrás comprobar retirando la cubierta y abriéndola para ver si es este realmente el motivo por el cual tu ordenador no se enciende.
Otro problema habitual es que el PC, aunque se encienda, se apaga de forma inesperada mientras está siendo utilizado.
Si el LED está encendido y muestra que la energía está llegando, asegúrate de que el botón de encendido esté conectado y funcionando correctamente.

2. Comprueba la pantalla

Portátiles
Intenta desconectar todas las pantallas externas, incluidos los proyectores y monitores para asegurarte de que no están impidiendo a tu ordenador portátil arrancar Windows.
Si el LED de encendido de tu ordenador se enciende y puedes escuchar el zumbido del disco duro y los ventiladores, pero no hay imagen en la pantalla, intenta oscurecer la habitación al máximo para ver si hay alguna imagen en la pantalla de forma muy tenue.
Es bastante frecuente pensar que el portátil no arranca, cuando en verdad el único problema es de la pantalla y no del ordenador en sí.
Si hay una imagen tenue, tal vez la pantalla de inicio de sesión de Windows, es probable que el inversor de pantalla haya fallado. Este componente se encarga de cambiar la corriente continua que proviene de la batería o de la fuente de alimentación a una corriente alterna requerida por la pantalla.
Reemplazar un inversor no es una tarea demasiado compleja si eres hábil con los destornilladores, pero es crucial que adquieras la pieza de repuesto adecuada. Además, como los inversores no son precisamente baratos, no puedes darte el lujo de equivocarte.
Si tu portátil parece arrancar bien, pero no hay imagen alguna en absoluto, podría tratarse de un fallo en el panel LCD. Es posible reemplazar una pantalla de un ordenador portátil, aunque es una tarea difícil, y las pantallas son caras.
Es por ello que si estás ante un portátil viejo, merece la pena que compres uno nuevo.
Ordenadores de escritorio
No hay mucho que puedas hacer para reparar un monitor de PC dañado, aunque sí que es mucho más fácil de reemplazar en este caso. Puedes utilizar un cable diferente, o incluso reemplazar el monitor entero para ver si ese es el problema.

3. Quita cualquier USB conectado o tarjetas de memoria

Si ya has comprobado que no hay ningún problema con la toma de corriente ni con la pantalla de tu ordenador o portátil, y tu ordenador se cuelga antes de que inicie Windows puede ser por los USB o dispositivos que tienes conectados.
En este caso, es frecuente encontrarse ante el mensaje “Sistema operativo no encontrado”. La mayoría de las veces, esto significa que BIOS está configurado para intentar arrancar desde unidades de almacenamiento extraíbles (incluídas tarjetas de memoria).
Puede ser también algún DVD que hayas olvidado en la unidad de Blu-ray, así que no te olvides de comprobarlo.

4. Prueba un disco de rescate

Si estás viendo distintos mensajes con errores y no hay ninguna tarjeta de memoria, discos duros externos o DVDs insertados y el ordenador sigue sin arrancar, intenta utilizar un disco de rescate.
Si lo tienes, puedes utilizar el DVD Windows, y si no puedes descargar (utilizando otro ordenador, obviamente) una imagen de disco de rescate y grabarlo en un CD o DVD o pasarlo a una memoria USB.
Después puedes iniciar el sistema desde el disco de rescate e intentar solucionar el problema con Windows.
Si es un virus el que está causando el error, utiliza un disco de rescate de un antivirus, ya que este incluirá también la opción de escanear archivos dañados y eliminar el malware.

5. Inicia el ordenador en modo seguro

Incluso si no puedes iniciar tu ordenador desde Windows, podrás hacerlo en modo seguro. Presiona la tecla F8 al mismo tiempo que tu ordenador intenta iniciarse y aparecerá un menú ofreciéndote la opción de iniciar en modo seguro.
Si consigues iniciar en modo seguro, podrás deshacer cambios que hayan podido causar el fallo haciendo que tu ordenador o portátil no se encienda.
Puedes probar a desinstalar cualquier nuevo programa recientemente instalado, desinstalar un disco que haya sido recientemente actualizado o crear una nueva cuenta de usuario en caso de que la actual esté corrupta.

6. Comprueba si el hardware está defectuoso o si es incompatible

Puede que el fallo resida en una nueva memoria o hardware que hayas instalado recientemente y que por no ser compatible o por ser defectuoso, esté impidiendo que tu ordenador se inicie.
Si tu placa madre o placa base tiene lectura LED que muestra los códigos POST, busca el manual online para averiguar qué significa el código que aparece.
A menudo puede ser complicado que un ordenador construido arranque. El mejor consejo aquí es desconectar todo menos el mínimo necesario para iniciar el BIOS:
  • Placa madre
  • CPU (con disipador de calor conectado)
  • Tarjeta gráfica (si hay una salida de gráficos en la placa base, desconecta todas las tarjetas gráficas conectables).
  • Una memoria (quita cualquier otra y deja solo la varilla en la ranura 0)
  • Fuente de alimentación
  • Monitor

Mi PC se congela

Los 5 problemas más comunes para que una PC se cuelgue y como resolverlos


Como mencionamos, causas para que una PC se cuelgue existen muchas, y actualmente se vuelve vital conocer cómo y por qué se producen con el fin de estar preparados y poder evitarlos o enfrentarlos. 
Video informativo https://youtu.be/RYv1WHXuCcA

RAM defectuosa

Un módulo de RAM defectuoso es una de las causas más importantes de problemas, y principal actor en la producción de pantallas azules en el arranque del sistema. Afortunadamente, analizar y detectar problemas en los módulos de RAM es sencillo, y en el caso de encontrarse con problemas, son fáciles de reemplazar.
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Para comprobar el buen funcionamiento de un módulo de RAM nada mejor que una aplicación llamada Memtest86+, la cual analizará los bancos de memoria en busca de problemas. En el caso de que encuentre errores, entonces será necesario determinar cuál es módulo que los está produciendo.
Para ello, deberemos retirar la tapa del gabinete de la PC y remover los módulos de RAM, dejando sólo uno de ellos, el ubicado en el slot 1, en el caso de que sean más de uno. A continuación, ejecutamos Memtest86 +, y si no indica error, significará que este módulo de RAM no observa problemas. En la eventualidad de que poseamos más de un módulo, repetimos el procedimiento tantas veces como módulos poseamos.
La performance y estabilidad de las memorias RAM es de vital importancia para que una computadora no se congele. Si los módulos de memoria están en mal estado, es probable que tengamos muchos problemas.
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Fuente de alimentación con capacidad insuficiente

Gracias a que en la actualidad podemos contar con componentes para PC de alta performance a un precio razonable, es bastante probable que en nuestra PC tengamos instaladas CPUs, placas de video o sonido muy poderosas. También es posible que hayamos realizado algún toque de “Overclocking” al procesador, ya que vienen preparados para ello.
Pero desafortunadamente toda esa potencia tiene un precio, y es la alta cantidad de energía consumida por todos esos componentes, lo que puede volver inestable al sistema y congelar una computadora cantidad de veces en el día si no contamos con una fuente de alimentación lo suficientemente poderosa como para alimentar toda la PC con eficiencia.
Para saber con exactitud el consumo total de energía de la PC, tendremos primero que sumar el consumo de cada uno de los elementos que la componen. Esto no es nada fácil, ya que tendremos que recurrir a los manuales o a los sitios web de los fabricantes. Pero una vez recuperados estos datos, podremos compararlos con la potencia que es capaz de entregar la fuente de alimentación de nuestra computadora.
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En el caso de que lleguemos a la conclusión de que la fuente de alimentación no es capaz de suministrar la potencia necesaria, entonces es momento de reemplazarla por una de mayor capacidad, ya que puede producir que una PC se congele y nos deje sin posibilidad de terminar lo que estábamos haciendo.
Generalmente, si tenemos una PC con componentes de buen rendimiento, pero sin exagerar, una fuente de alimentación con al menos 600 Watts será suficiente. Pero si tenemos configuraciones no estándar como dos placas de video conectadas por SLI o CrossFire, además de otras muchas placas, esta potencia no será suficiente, teniendo que adquirir una de al menos 800 Watts.

Problemas relacionados con el calor

En el interior de una PC, sea de escritorio o portátil, se generan grandes cantidades de calor producido por los componentes alojados dentro del dispositivo. Aún inclusive en esos pequeños tablets con Android sucede este problema.
Si el calor dentro de la PC no se disipa correctamente, este puede generar inestabilidad y provocar accidentes como por ejemplo que la PC se congele. Si bien algunos equipos modernos tienen en su interior una serie de sensores que le permiten medir la temperatura y apagar el equipo en caso de que se exceda el límite permitido, lo cierto es que antes de que esto suceda deberíamos comprobar una serie de aspectos relacionados con los ventiladores y las aberturas de ventilación.
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En primer lugar, es necesario asegurarse de que todos los ventiladores con que cuenta la PC esten funcionando adecuadamente. En el caso de que alguno de ellos no funcione, o lo haga en forma inadecuada, lo mejor será reemplazarlo.
También será necesario revisar las aberturas y rejillas de ventilación para comprobar que no estén siendo obstruidos por elementos que no le permitan ventilar satisfactoriamente el equipo.
Para tener una idea de cuál es la temperatura de funcionamiento de algunos de los componentes de la PC, podemos descargar e instalar un pequeño programa gratuito llamado “Open Hardware Monitor”disponible en este enlace.
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Con esta herramienta podremos monitorizar la temperatura del procesador y otros componentes de la PC, además de obtener otros datos importantes acerca del funcionamiento del equipo.
Otro problema relacionado con la temperatura ocurre cuando cambiamos un procesador, ya que una mala aplicación de la pasta térmica entre el CPU y su disipador puede hacer que este se sobrecaliente y congele la computadora.

Los sospechosos de siempre: Virus y malware

Tanto virus como malware suelen ser una de las causas más comunes para que una computadora se congele y produzca desperfectos y pantallazos azules. Afortunadamente, deshacerse de estos nefastos inquilinos actualmente es bastante sencillo. Sólo tenemos que usar un buen antivirus que está actualizado y realizar un análisis profundo de nuestro equipo.
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En el caso de que el virus o malware hayan desactivado el antivirus, cosa que sí es posible, deberemos reiniciar la PC en modo seguro pulsando la tecla F8 durante el arranque de la misma, antes que aparezca la pantalla de inicio de Windows.
Con esto nos aseguraremos de que Windows no cargue ni controladores ni software que no son esenciales para su funcionamiento. Cuando Windows se haya iniciado en modo seguro, entonces si realizamos un análisis completo con nuestro antivirus favorito.

Conflictos de hardware

Que una computadora se congele y se muestren las pantallas azules también pueden ser el resultado de conflictos entre los componentes de hardware de nuestra PC. Uno de los problemas más comunes de conflictos de hardware se suscita cuando dos dispositivos intentan utilizar la misma IRQ. Afortunadamente, en muchos de estos casos, es sencillo encontrar una solución.
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Para ello, abrimos el Administrador de dispositivos, en donde encontraremos la lista de todos los dispositivos instalados en la PC. En el caso de que veamos que sobre alguno de ellos se muestra un triángulo amarillo, entonces significa que ese componente tiene un problema, lo que puede traer complicaciones hasta incluso al hardware que depende del mismo, que inevitablemente llevarán a que la computadora se congele.
Generalmente, la actualización o reinstalación del controlador del componente y un reinicio del sistema termina con el problema. En el caso de que el problema persista, y el componente que falla sea del tipo extraíble como una unidad de almacenamiento, podemos intentar solucionar el problema desinstalando el mismo y volviendo a instalarlo.
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Mi Disco Duro hace ruido



En algunas oportunidades podemos llegar a notar que el disco rígido de nuestra computadora produce ciertos ruidos extraños, que inmediatamente nos inquietan, ya que pensamos lo peor. Pero lo cierto es que esto no siempre se debe a que la unidad esté fallada.
Para la mayoría de los usuarios el hecho de que el disco rígido de su PC comience a producir ruidos extraños puede llegar a ser desconcertante, e incluso en algunos casos desesperante. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esos ruidos no siempre son un signo de la existencia de un defecto o falla en la unidad. Video informativo https://youtu.be/WFFqiiZ1S-A

En este sentido, cabe destacar que muchos discos suelen producir zumbidos o chasquidos tenues durante su funcionamiento normal, aunque, claro está que otros tipos de ruidos pueden llegar a indicar la presencia de problemas mecánicos dentro de la unidad.

Mi disco duro hace ruido

En principio, cabe destacar que más allá del buen o mal funcionamiento de nuestro disco rígido, siempre es recomendable hacer periódicamente copias de seguridad de todo el contenido que posee almacenado la unidad, a fin de evitarnos dolores de cabeza, sobre todo si comenzamos a notar que el disco duro comienza a realizar ruidos que no son los habituales.
Los discos duros están compuestos por pequeñas piezas móviles. Básicamente, los datos se almacenan dentro de él en un disco redondo llamado plato, que gira varias miles de veces por minuto, lo que en general hace que la unidad completa presente vibraciones.
Dichas vibraciones puede llegar a causar un zumbido o chirrido el cual es totalmente común, por lo que no debe ser considerado un síntoma de fallas en el disco rígido.
Por otra parte, a medida que el plato gira, un cabezal que se encuentra en el extremo del llamado accionador realiza la lectura y escritura de los datos en el disco. Dicho movimiento puede llegar a producir un leve sonido similar a un clic, que proviene del movimiento del accionador cuando regresa a su posición en reposo.
Por lo general este tipo de chasquidos pueden llegar a ser normales, sobre todo cuando se utiliza el disco rígido para acceder o escribir grandes cantidades de datos.
Ahora bien, si notamos que estos ruidos se vuelven de repente más fuertes y persistentes, o bien se oyen de forma intermitente, o los ruidos son totalmente diferentes a los mencionados, entonces podemos llegar a encontrarnos frente a una unidad dañada.
Cuando los chirridos suenan constantemente y son intensos, o bien cuando notamos que se oye algo similar a dos piezas que se raspan entre sí, entonces probablemente nuestro disco rígido tiene serios problemas mecánicos, algunos de los cuales pueden provenir de que el cabezal de la unidad se encuentre defectuoso y produzca golpes al plato giratorio, como también puede llegar a presentar cualquier otro tipo de daño físico en alguno de sus principales componentes, como el accionador o el plato giratorio.
Si bien existen una gran variedad de programas que nos permiten monitorizar el comportamiento de nuestro disco rígido, lo cierto es que se trata de software, por lo que en general estas herramientas no son capaces de detectar problemas mecánicos en la unidad.
Ante esta realidad, algunos usuarios arriesgados llegan incluso a tomar medidas extremas, incluyendo métodos de recuperación del disco rígido tales como congelarlo, golpearlo o dejarlo caer. Pero lo cierto es que estos tipos de métodos no funcionan, y por el contrario pueden dañar aún más al disco.
También podemos optar por recurrir a diversas soluciones que nos permiten reparar nuestro disco rígido. No obstante, cuando el daño se encuentra a nivel físico, lo mejor es ir pensando en cambiar la unidad, ya que si bien existen expertos que se dedican a reconstruir este tipo de componentes, lo cierto es que en general son escasas las probabilidades de lograr la reparación efectiva de la unidad dañada físicamente.

Mi impresora no imprime




Compruebe que la impresora está encendida.
Compruebe que la impresora está instalada y en estado “Listo”: Para ello, siga los siguientes pasos: Botón Inicio > Panel de Control > Impresoras. Pase el puntero del ratón sobre el icono de la impresora correspondiente y verifique que el estado es “Listo” o “Preparado”. Si no aparece ninguno de estos estados, compruebe la conexión de cables de la impresora con el equipo.
Si el estado es “Listo” o “Preparado”, compruebe la cola de impresión y el estado de los trabajos que se encuentran en cola. Compruebe si hay algún trabajo de impresión que esté atascando los demás e intente eliminarlo (con el botón derecho del ratón sobre el trabajo). Compruebe también que la impresora no esté en pausa.
Desconecte la impresora del botón de encendido y vuelva a encenderla. Imprima de nuevo el documento.
Si ningún paso de los anteriores ha solucionado el problema, vuelva a reinstalar la impresora desinstalandola previamente. Vídeo de como hacerlo https://youtu.be/iZJFj6uIFP0
Resultado de imagen para impresora descompuesta

Mantenimiento de Impresora

Limpieza básica de la impresora



Es recomendable mantener nuestra impresora limpia y libre de polvo, así como de exceso de tinta (que pudiera encontrarse dentro de la impresora o en los cartuchos de tinta). Para realizar esta tarea, podemos seguir los siguientes pasos básicos de limpieza: video de como hacerlohttps://youtu.be/BcRvhiQFXZ0 
  • Primeramente, desconectamos la impresora del PC y de la fuente de electricidad y la ubicamos en una superficie sólida y cómoda para trabajar.
  • Una vez ubicada la impresora en el área de trabajo, procedemos a limpiar con un paño seco todo el polvo que se encuentra en la parte exterior y en los cables de alimentación de energía o de conexión con el PC. Si la impresora está manchada o tiene mucho sucio acumulado, podemos utilizar un paño humedecido con agua o alcohol isopropílico para retirar la suciedad y dejar la carcasa de la impresora en perfecto estado.
  • Secamos el exceso de humedad de la carcasa y ya estamos listos para realizar una limpieza interna de la impresora.

Limpieza interna de la impresora

Para realizar la limpieza interna de la impresora, necesitaremos un pincel o brocha fina, un paño húmedo, alcohol isopropílico y aceite del tipo 3 en 1.
Comenzamos abriendo la tapa de la impresora y con la ayuda de un pincel y de un paño húmedo, retiramos el exceso de polvo y de tinta del interior, con mucho cuidado de no forzar ninguna parte del mecanismo de la impresora ya que este es muy delicado.
Podremos observar los rodillos que guían al papel, allí se acumula mucho polvo que retiraremos con cuidado. Seguidamente, retiramos el cartucho de tinta, la cinta (si es una impresora matriz) o el toner (si es impresora láser) y limpiamos con el pincel el polvo acumulado en los soportes de estos y en los rodillos que guían los cabezales de impresión.